La contaminación acústica en la industria

La contaminación acústica en la industria

La contaminación acústica en la industria

Las sociedades modernas cada vez están más expuestas a este tipo de contaminación. El desarrollo de actividades industriales, el transporte, la construcción o incluso las derivadas de distintos hábitos sociales, traen como consecuencia un aumento de la exposición al ruido.

La exposición prolongada al ruido puede tener efectos físicos y psicológicos tales como aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la tensión muscular y la presión arterial, irritabilidad, nerviosismo, agresividad, falta de concentración y disminución del nivel auditivo.

Ahora bien, se tiene entendido que la intensidad de los distintos ruidos se mide en decibeles (dB). Éstos, son las unidades en las que habitualmente se expresa el nivel de presión sonora; es decir, la potencia o intensidad de los ruidos; además, son la variación sonora más pequeña perceptible para el oído humano. No obstante, es necesario saber que el umbral de audición humano medido en dB tiene una escala que se inicia con 0 dB (nivel mínimo) y que alcanza su grado máximo con 120 dB (que es el nivel de estímulo en el que las personas empiezan a sentir dolor), un nivel de ruido que se produce, por ejemplo, durante un concierto de rock.


Tipos de ruidos habituales en la industria

Las interferencias sonoras son uno de los tipos de contaminación acústica más problemáticos en los entornos industriales. Esto ocurre cuando los elevados niveles sonoros dificultan las conversaciones entre trabajadores, poniendo en riesgo la coordinación o la interpretación de órdenes y dando lugar a situaciones de riesgo y accidentes.

Los ruidos habituales en obras e industria son:

  • Continuos. Ruidos de fondo como ventiladores, bombas o equipos de procesamiento.
  • Intermitentes. Provocados por máquinas que operan en ciclos.
  • Impulsivos. Ruidos originados por impactos o explosiones de martinetes, troqueladoras, etc..
  • Ruidos de baja frecuencias. Enérgicos, de carácter continuo y de frecuencia amplia. Es el ruido típico de motores de diésel de barcos y trenes, y de las plantas de energía.
  • Ruido tonal. Se producen por un desequilibrio o impacto repetido que causa vibraciones continuas y con un tono determinado. Es el caso de máquinas rotativas, motores, cajas de cambios o ventiladores.

Efectos de la contaminación acústica

El ruido ambiental tienen un importante impacto en la salud humana. La contaminación acústica es un serio problema de salud pública que va mucho más allá de las molestias generadas por el ruido y del que con frecuencia no somos conscientes.

El ruido puede provocar efectos auditivos (sordera, acúfenos...) cuando es de gran intensidad. Pero la exposición a niveles más bajos durante tiempos prolongados, puede provocar numerosos efectos no auditivos como estrés, ansiedad, alternaciones del sueño, reducción del rendimiento académico, efectos cardiovasculares, respiratorios, metabólicos (diabetes, obesidad), bajo peso al nacer, prematuridad y mortalidad infantil y reagudizaciones de enfermedades neurológicas degenerativas.

Las personas que trabajan en un ambiente laboral contaminado acústicamente manifiestan pérdida de oído interno progresiva y disminución de audición con el paso de los años. En entornos industriales, las explosiones, impactos y ruidos elevados, incluso de corta duración, también pueden provocar daños irreparables en el oído de los trabajadores.