La importancia de la calibración para garantizar la calidad en los procesos

La importancia de la calibración para garantizar la calidad en los procesos

La importancia de la calibración para garantizar la calidad en los procesos

La Calibración de Instrumentos es un proceso que certifica si la medida obtenida por un instrumento es compatible con lo esperado y que es apto para su uso, con el fin de evitar desviaciones en los procesos de análisis y reducir costos. En general, consiste en comparar los resultados obtenidos por los instrumentos con los obtenidos por estándares (trazables a estándares de referencia nacionales internacionales), en condiciones preestablecidas y controladas.

Al realizar la Calibración, el usuario certifica que los instrumentos utilizados en el proceso analítico son compatibles con el desempeño esperado y sus principales beneficios son:

  • Asegurar la calidad en los procesos analíticos;
  • Reducir los costos analíticos y aumentar la productividad;
  • Cumplir con los requisitos de certificación y acreditación;
  • Mantener el funcionamiento adecuado de los instrumentos;
  • Incrementar la vida útil de los equipos.

La calibración de instrumentos de medición industrial, es capital porque previene de posibles incidencias o desviaciones que de ninguna otra manera podrían detectarse. Por ejemplo, en el sector de la energía, donde es crucial conseguir un exhaustivo almacenamiento y gestión del combustible en cuestión para obtener un producto final de calidad y seguro, es importante -----entre otros muchos factores-, que los indicadores de temperatura, presión o densidad sean los óptimos. En estos aspectos es donde la calibración juega el papel más importante: todos los equipos para el control de estos significativos parámetros deben estar óptimamente calibrados en todo momento.

La calibración interna de instrumentos de control industrial en un procedimiento a través del cual los datos analizados de la máquina en cuestión se comparan directamente con los estándar u óptimos, no solo en uno sino en múltiples rangos de calibración. Así pues, la precisión y correcto calibrado del aparato vienen determinados, básicamente, por la coincidencia o no de las curvas dibujadas: la obtenida tras las lecturas realizadas y la estándar.

Es necesario destacar que los efectivos procesos de calibración en equipos de medición deben realizarse siempre al inicio de su uso, antes y después del mantenimiento y, por supuesto, en intervalos estipulados periódicamente si la utilización de los equipos va a ser diaria o muy continuada durante el tiempo. Si no se realiza este importante mantenimiento técnico, el óptimo calibrado irá empeorando o incluso distorsionando la curva de resultados. Si bien en cada industrias suele haber responsables o idóneos -más relacionados con los propios procesos productivitos- para llevar a cabo estas tareas, el fabricante de cada equipo debe proporcionar la información imprescindible para el óptimo calibrado de los mismos. Los fabricantes están obligados a especificar al comprador del aparato o la máquina de control y medición la manera en la que debe calibrarse el instrumento y la regularidad de su recalibrado y mantenimiento.