Robots colaboradores como ayudantes en el control de calidad
Cómo los cobots aumentan la calidad en los fabricantes de productos electrónicos
Cuando la calidad de los productos que ofrece una empresa no es la adecuada, los clientes se sienten frustrados y con razón. Esto se remedia con normas estrictas que exigen controles continuos a los fabricantes de productos electrónicos. Estos requisitos a veces garantizan la seguridad, por ejemplo, cuando se trata de componentes electrónicos para dispositivos médicos o automóviles. Hasta ahora, sin embargo, el poco espacio y los rápidos cambios de producto han obligado a menudo a las empresas a realizar controles de calidad manuales. Aquí el uso de la robótica colaborativa se está convirtiendo en una ventaja competitiva.
Los humanos siguen siendo claramente superiores a las máquinas en muchos aspectos. Sin embargo, si se trata de una comprobación de errores cien por cien fiable y objetiva, se queda atrás. No obstante, las empresas de electrónica siguen probando e inspeccionando sus productos manualmente, poniendo en peligro su calidad y su imagen. El espacio limitado, las estructuras rígidas y las órdenes de trabajo filigranas hacen difícil el uso de sistemas de automatización convencionales. Aquí es donde los robots ligeros colaborativos (cobots) han entrado en juego desde hace algún tiempo: Son compactos, precisos, flexibles y fáciles de usar. De este modo, ayudan a los fabricantes de productos electrónicos no sólo a aumentar la calidad de sus productos, sino también a fabricar de forma rentable.
Identificación de defectos de producción en línea
Si surgen piezas defectuosas durante el proceso de producción, es importante que los sistemas de procesamiento de imágenes las reconozcan en una fase temprana y que los cobots las clasifiquen. Con un alto rendimiento y unos pasos del proceso que cambian rápidamente, la susceptibilidad a los errores aumenta. Sin embargo, a menudo no basta con realizar controles puntuales para garantizar los estándares requeridos. Equipados con sistemas de procesamiento de imágenes, los cobots realizan inspecciones ópticas en línea. Estos sistemas utilizan cámaras para comprobar y documentar las huellas o geometrías de los componentes hasta el rango de los micrómetros. Al retirar las piezas identificadas como defectuosas o defectuosas durante el proceso de fabricación, los cobots evitan que se sigan procesando o empaquetando. De este modo, reducen las reclamaciones costosas y de reputación. Los fabricantes analizan cuidadosamente el rechazo resultante y así identifican el potencial de optimización en su línea de producción.
Los cobots alivian las tareas rutinarias al final de la línea de producción
Las pruebas funcionales al final de la línea de producción son también una parte importante de la comprobación de la fiabilidad de los componentes electrónicos o de los productos acabados. Mientras los fabricantes simulan el uso normal de un dispositivo, hacen visible el desgaste esperado. Para ello, se repite el mismo movimiento decenas de miles de veces, algo tedioso para los trabajadores cualificados y poco rentable económicamente para las empresas. También en este caso, los cobots pueden encargarse de las pruebas repetitivas. Se integran en los puestos de trabajo manuales existentes y realizan las simulaciones de forma estable y precisa. Con una precisión de repetición de hasta 0,03 mm, los robots llevan a cabo el mismo proceso las 24 horas del día con una precisión constante.